jueves, 4 de septiembre de 2008

bah

Lo dicen constantemente, esas lenguas que hablan más de lo que disfrutan. Eso. Es fácil, dicen. Lo hace, sí, alguien. Que conocés hace mucho y siempre fue ejemplo. De vida, pasión, entrega, fe, confianza, ingenuidad. De nobleza. De caídas y caídas pero seguir caminando, seguir viviendo pero no simplemente. Con los ojos bien abiertos, los brazos esperando y buscando la felicidad que ya está por llegar. Justo a la vueltita. Pero ahora estamos en la misma.
Pero a la vueltita, che. La vueltita está acá nomás, ¿vamos? Ayer fui, te estoy diciendo. Había una estrella. El otro día también, era otra vueltita distinta y había muchas luces. Mañana hay cuarenta luces. Esas están de lunes a viernes. Son de colores, brillan mucho, mejor cambiate de anteojos. Los otros días son menos, pero tienen más calor, que abriga. Y algo más, a la vueltita. No esas vueltitas, es otra vueltita. Buscala.
Mira cuántas brillan en la inmensidad. Una es tuya, niño, y de nadie más.

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